El rey Baltasar vino desde muy lejos para hablar personalmente con todos y cada uno de nuestros pequeños.
Teníais que haber visto las caras de fascinación de los pequeños, algunos de la emoción, parecía habérseles olvidado incluso hablar...
Fue una mañana muy intensa saludo personalmente a cada niño, dio una pequeña sorpresa a cada uno, comió roscón y chocolate con nosotros. Estuvo jugando y bailando al corro de la patata con los pequeños.
El rey Baltasar no se fue con las manos vacías, lleno sus sacas de cartas que los niños realizaron por la mañana.
Les damos las gracias de todo corazón, por haber tenido la deferencia de poder hacer hueco en su apretada agenda de esos días a sabiendas de lo ocupados que debían estar, para dejarse caer por el centro con su simpatía y su alegría compartida para nuestros pequeños.
¡¡Gracias Baltasar!!
¡¡Os dejamos algunas imágenes de la mañana!!